54.9 F
Denver
jueves, marzo 28, 2024
InicioRevista¿La Biblia prohíbe rezar el Santo Rosario?

¿La Biblia prohíbe rezar el Santo Rosario?

Este artículo fue publicado en la edición de la revisa de El Pueblo Católico titulada «María: ¿Por qué la amamos Para suscribirte y recibir la revista en casa, HAZ CLIC AQUÍ.

LAS PERSONAS QUE ATACAN LA ORACIÓN DEL ROSARIO NORMALMENTE ARGUMENTAN LO SIGUIENTE:

  1. Es una tradición humana que pone la fe en un humano (Mc 7, 13; Jer 17,5)
  2. No está en la Biblia
  3. Jesús dice que no debemos imitar a los paganos con sus “repeticiones vanas” (Mt 6,7)
  4. Solo hay un mediador entre Dios y el hombre: Jesús (1 Tim 2,5).

Aquí contestaremos los números 1, 2 y 3. Para leer la respuesta al número 4, haz clic AQUÍ.

Primero debemos decir que el Rosario está basado en la Biblia y que no es una especie de adoración a María que es humana, sino una petición por su intercesión, lo cual san Pablo alienta a hacer al pedir que los cristianos oren unos por otros. Tampoco es una “repetición vana” y la palabra clave es “vana”, porque la repetición en sí no es mala. Por ejemplo, en Getsemaní, Jesús repite la misma oración varias veces (Mc 14,32-39); el Salmo 136 es muy repetitivo; y los ángeles en Apocalipsis 4,8 cantan la misma alabanza que ya se conocía desde Isaías 6,1-3 unos 800 años antes: “Santo, santo, santo es el Señor…”.

Además, el Rosario está para meditar los misterios de la vida de Jesús, en quien ponemos toda nuestra fe: cada década es un misterio diferente, basado en los episodios gozosos, dolorosos, gloriosos y luminosos de su vida.

El rosario es una oración bíblica

En más detalle, las oraciones del rosario son bíblicas como se muestra a continuación:

Padre Nuestro (MT 6, 9-13)

“Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo»… Saludo del ángel a María (LC 1,28)

«Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús.» Saludo de Isabel a María (LC 1, 42)

«Santa María, Madre de Dios»… Isabel la llama “madre de mi Señor” (LC 1,44)

«…ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”… Le pedimos a la Virgen que ore por nosotros (STGO 5,16) Los santos en el cielo presentan nuestras oraciones a Dios (AP 5, 8)

«Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo» (MT 28,19; 2 COR 13,14; etc.)

¿Es una repetición vana? Evidentemente no. En el Rosario uno se empapa de las Escrituras y es transformado al meditarlas y pedir la oración de la Virgen para que nos ayude a llegar a su Hijo.

Pero ¿no es Jesús el único mediador?

Para los católicos la Virgen María no es una diosa al lado de Dios, por lo que no se le adora. Al contrario, como hemos visto en esta edición, los cristianos desde los primeros siglos del cristianismo veneraban a la Virgen María por ser la Madre de Dios, la nueva Eva y el Arca de la Nueva Alianza. Ya desde entonces se pedía su intercesión, como se ve en los papiros litúrgicos antiguos.

Los antiguos cristianos ya entendían que, al pedir la intercesión de la Virgen María, no estaban ignorando a Jesús como el “único mediador” (1 Tim 2,5). Cuando la Iglesia llama a María “Mediatrix” o mediadora, no la está poniendo al par de Jesús o ignorando la Biblia. “Mediar” significa hablar ante alguien en favor de otra persona para conseguirle un favor. Así que, en cierto modo, todos somos mediadores cuando rezamos unos por otros, porque eso es precisamente lo que hacemos en la oración de intercesión.

Por eso María no es mediadora en el sentido que Jesús es mediador, solo que sí ocupa un lugar especial por ser la Madre de Dios y porque él quiso venir a nosotros por medio de ella. Pero ella aún está bajo la mediación de Cristo. Su misión consiste en llevarnos siempre a él: “Hagan lo que él les diga” (Jn 2,5). Y, aunque es cierto que podemos pedirle a Dios directamente, el mismo Santiago nos dice: “oren unos por otros” (St 5,16), y es eso lo que los católicos piden a la Virgen, que es Madre de Dios: “Ruega por nosotros”.

Así que te invitamos a crecer en amor a María, porque, así como Dios quiso venir al mundo a través de ella, también él quiso que llegáramos al cielo a través del ejemplo e intercesión de su Santa Madre.

Lee todos los artículos de la edición «María: ¿Por qué la amamos?» de la revista de El Pueblo Católico haciendo clic en la imagen.

Vladimir Mauricio-Pérez
Vladimir Mauricio-Pérez
Vladimir Mauricio-Pérez es el editor de El Pueblo Católico y el gerente de comunicaciones y medios de habla hispana de la arquidiócesis de Denver.
Artículos relacionados

Lo último