Después de una larga batalla de parte de la Conferencia Católica de Colorado y de la campaña No Prop 106 los votantes eligieron con una gran mayoría aceptar la legalización del suicidio asistido por medio de la Proposición 106.
Dicha proposición fue aprobada con el 65 por ciento de los votos y permitirá a los enfermos terminales con un pronóstico de seis meses de vida, morir de manera voluntaria ingiriendo unas medicinas que son administradas con una prescripción medica. Así, Colorado se une a otros cuatro estados que ya tienen aprobada esta ley: Oregón, California, Washington y Vermont.
La Arquidiócesis de Denver fue la principal entidad en apoyar la campaña No Prop 106 promoviendo las enseñanzas de la Iglesia que reconocen la dignidad de toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Los principales impulsores describieron este proyecto de ley usando el eufemismo de “muerte digna” mientras que sus opositores se refirieron a este como el “suicidio asistido”.
La Conferencia Católica de Colorado publicó un comunicado en la que se pronunciaron sobre el resultado de esta contienda electoral.
“La decisión que los votantes de Colorado han tomado para legalizar el suicidio asistido a través de la Proposición 106 es una gran parodia de la compasión y elección para los enfermos, los pobres, los ancianos y nuestros residentes más vulnerables”, dice el texto. “Desafortunadamente un error gravísimo, que alterará las vidas de generaciones de habitantes de Colorado, se ha convertido en ley”, indica.
No claudicarán
A pesar de que muchas de las entidades que han luchado en contra de la Proposición 106 expresaron su malestar por este resultado, en muchas otras permanece la esperanza de llevar a cabo el testimonio cristiano sobre la santidad de la vida.
El hospicio Divine Mercy Supportive Care, de Denver, una organización sin ánimo de lucro que ofrece cuidados paliativos a enfermos terminales dijo en un comunicado que, pese a la aprobación de esta ley ellos seguirán atendiendo a los enfermos terminales sin acudir nunca al suicidio asistido y que esta decisión se basa en “la filosofía del hospicio y en los dos mil años de historia (del cristianismo) de cuidar a los enfermos y a los moribundos así como una comprensión precisa de las consecuencias que el suicidio asistido trae a los pacientes, a sus familiares y a los empleados de los centros de salud”.
El Pueblo Católico habló también con Toti Cadavid, una mujer colombiana que vive hace varios años en Denver y cuyo hijo Nicholás falleció recientemente a los casi 25 años, tras padecer de una enfermedad denominada enanismo primordial, la cual padecen 50 personas en Estados Unidos. Los médicos le dijeron que no pasaría de los 13 años.
“No estoy de acuerdo con el suicidio asistido. Solamente Dios puede quitarnos o darnos la vida. Solo Él sabe hasta cuándo tenemos vida. Nicholas tuvo muchos momentos de agonía cuando casi se nos iba”, aseguró Toti.
“Somos seres que vivimos a cumplir ciertas misiones y las partes duras son parte de esta misión con la que vinimos a aprender lecciones. No podemos simplemente buscar hacerlo más fácil. Así dejamos de resistir y nos iremos mas rápido. No somos dueños del destino”. Luego concluyó diciendo: “Valió la pena acompañar a mi hijo hasta el final, incluso con todos los sufrimientos que vivimos”.
La Conferencia Católica de Colorado dijo que el efecto más profundo que tendrá esta nueva ley, será “el de hacer más profundas las líneas divisorias entre razas, etnias e ingresos en nuestra sociedad y atrincherarnos más profundamente en una cultura que ofrece una falsa compasión marginando a los más vulnerables. Como dice el Papa Francisco, lo único que consigue esto es llevar adelante una cultura “del descarte”.
Las fallas de la Proposición 106
Inmoral: La enseñanza católica prohíbe el suicidio por ir en contra del mandamiento de Dios “No matar”.
Ilógica: Colorado tiene la séptima tasa de suicidio más alta del país, lo cual ha llevado a los legisladores a fundar una comisión de prevención contra el suicidio en el año 2014. Así el estado ha implementado la promoción y/o facilitación de un plan denominado “zero suicide”. Los obispos de Colorado escribieron: “Es ilógico para el estado promover y/o facilitar el suicidio para un grupo de personas con una enfermedad terminal y con un pronóstico específico ‘digno y humano’ mientras que reconocen el suicidio como un serio problema de salud pública para todo el estado en caso de que se dé en otras circunstancias e invirtiendo una gran cantidad de recursos para combatirlo”.
Defectuoso: Sin ayuda médica: A pesar de que se le llame “ayuda médica para morir” la única ayuda médica profesional que se da en estos casos es la prescripción. El paciente debe ser quien ingiera la medicina que lo haga morir. No se requiere asistencia médica profesional cuando el paciente muera.
Error de pronóstico: Un estudio realizado por la universidad Johns Hopkins encontró que los errores médicos son la tercera principal causa de muerte en los Estados Unidos. El arzobispo Aquila lo dijo en su columna publicada en la edición de septiembre de El Pueblo Católico: “Debemos oponernos a la proposición 106 porque esta abrirá la puerta a las personas… para que se maten y basados en conjeturas realizadas por doctores que usualmente se equivocan”. El suicidio asistido en Colorado creará una cultura de avances desalentadores para los cuidados paliativos, los hospicios y crucialmente se reducirá el canal por el que la gracia de Dios actúe sobre las personas que se preparan para encontrarse con su creador.
Sin opinión de expertos: Aunque la medida dice que la persona debe estar mentalmente competente para obtener esta prescripción, cualquier doctor puede determinar su competencia – no hay requerimiento de que deba ser un psiquiatra o psicólogo.
Falsas causas de muerte: La proposición 106 manda a los médicos o médicos forenses a mentir en el certificado de defunción y decir que la persona ha muerto de una enfermedad que estaba sufriendo.
Fuente: Conferencia Católica de Colorado
