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jueves, marzo 28, 2024
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La JMJ marcó un hito en sus vidas

La vida y la fe de miles de jóvenes de aquella época se vio impactada y transformada con la Jornada Mundial de la Juventud Denver 1993. Los frutos de su participación en este evento van más allá de gratos recuerdos. Hemos entrevistado a cuatro de ellos como una pequeña muestra de lo que este evento hizo en la vida de los centenares de miles de participantes quienes escucharon decir a San Juan Pablo II: “No hay que esconder el Evangelio por miedo o indiferencia (…) Hay que ponerlo en el candelero, para que la gente pueda ver su luz y alabe a nuestro Padre celestial”.

Video de la entrevista con el Padre Félix Medina

https://www.facebook.com/ElPuebloCatolico/videos/2000717509973651/

 

Video de la entrevista con Ana Tiscareño

https://www.facebook.com/ElPuebloCatolico/videos/2013057752072960/

 

Ana Tiscareño. Líder hispana. Parroquia Holy Rosary de Denver

Había inmigrado de México a Colorado y aunque era bautizada como católica, no tenía mucha formación en la fe. Recibió varias invitaciones para entrar en una iglesia protestante pero algo le decía que debería permanecer siendo católica. Así decidió participar en la JMJ. “Hubo algo, quizás insignificante para muchos, que me llamó la atención”, recuerda Ana. “Mientras íbamos por las calles de la ciudad hubo gente que nos ofreció agua fresca afuera de sus casas; aún no puedo explicar por qué ese gesto de amabilidad tocó tanto mi corazón. Veinte años después cuando estudiaba los Evangelios en mi segundo año de la Escuela Bíblica, leí: “Y todo aquel que dé de beber tan solo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa” (Mt 10, 42).

En 2013, Ana Tiscareño tuvo la oportunidad de enviar a su hija a la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil con el Papa Francisco. Al despedir a su hija en el aeropuerto, el sacerdote que acompañaba el grupo celebró misa y dijo en su homilía: “Cuando vas en una peregrinación, algo muy especial pasa, Dios la colma de tanta gracia, que se va a manifestar a lo largo de tu vida”. Al escuchar esto, Ana dice que sintió un gran gozo.  “Entendí muchas cosas, entre ellas mi gusto por conocer la hermosura, belleza y verdad de mi fe. ¡Estoy muy orgullosa y amo ser católica! Me fascina cuando comparto un poco de lo mucho con lo que Dios me ha bendecido”.

 

Rodolfo José Cárdenas. Periodista. Director del programa radial “Hablemos hoy”

Este periodista venezolano cubrió para Noticias Telemundo la Jornada Mundial de la Juventud de Denver. “Nuestro noticiero era el único en español en la televisión local, por lo que cubrir la visita del Sumo Pontífice no solo representaba un gran desafío profesional, debido a que éramos un equipo mínimo y sin muchos recursos, sino que también estábamos conscientes de la importancia de este hecho para toda nuestra comunidad hispana, católica por excelencia”.

“La emoción de esta oportunidad era tan fuerte que nos hizo obviar nuestras limitaciones técnicas y nos concentramos en llevar todos los pormenores de la visita papal a nuestra comunidad”, recuerda el periodista. “Poder ofrecer a los televidentes hispanos nuestros propios reportajes con nuestras propias imágenes, fue algo que nos hizo sentir extremadamente orgullosos”.

Para él, lo que más le impactó “fue la emoción de los presentes, su religiosidad, su convicción católica, su alegría, la felicidad de ser parte – quizás – de uno de los eventos más importantes de sus vidas”. Cárdenas recuerda cómo se sorprendió con la visita de personas “no solo de los Estados Unidos sino también de otros países”. Y asegura que el testimonio de los jóvenes “fue algo impresionante”.

“Miles y miles de todas partes del mundo, reunidos en oración con una fe”. Y dice además que la accesibilidad que tuvieron los medios de prensa “fue fantástica” y, como era de esperarse, “vinieron periodistas de todas partes del mundo”.

 

Padre Felix Medina. Párroco de Queen of Peace

Félix Medina, un joven estudiante de matemáticas en la universidad de Salamanca, había participado ya en las jornadas mundiales de la juventud en Santiago de Compostela en 1989 y en Częstochowa (Polonia) en 1991. Algunos jóvenes de su comunidad del Camino Neocatecumenal en España le dijeron: “¡Vamos a Denver!” y él respondió: “¡Vamos!”. Lo que más recuerda de esta experiencia fue la homilía de San Juan Pablo II en el parque de Cherry Creek cuando les pidió no tener miedo a anunciar el Evangelio. “Juan Pablo II decía que la vida estaba siendo atacada, que había una batalla entre la vida y la muerte. Escuché por primera vez que Dios me estaba llamando a mí personalmente, que Dios me estaba diciendo: ‘No tengáis miedo, no es el momento de avergonzarse del Evangelio’”. Desde ese momento tuvo la certeza de que Dios lo llamaba a ser sacerdote. Esta vocación, cuenta, “se fue purificando y confirmando”. Luego le fue asignado por sorteo el seminario Redemptoris Mater de Denver, el cual abrió sus puertas en 1996 como uno de los primeros frutos de la JMJ. El hoy párroco de Queen of Peace en Aurora hizo parte de la primera promoción de seminaristas y se ordenó sacerdote en el 2004. “De todas partes donde me pudieron haber mandado ahora estoy al lado del parque Cherry Creek que está como a cinco minutos de mi parroquia. Siempre paso por ahí yendo de un sitio a otro y me acuerdo de este momento que cambió mi vida”, confiesa el sacerdote.

Jorge Paredes. 

Fundador del programa de preparación para la vida familiar «Dios entre nosotros».

En 1993 el joven Jorge, nacido en Perú, vivía en Miami y un amigo y compatriota suyo lo motivó a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Denver. «Nos tuvimos que poner muy creativos para hacer este sueño realidad», cuenta Jorge. «Para reducir costos decidimos venirnos por tierra. Alquilamos una van e invitamos a otros amigos a que se unieran a esta aventura».

Él puede describir el centro de Denver como «la ciudad de la alegría» en el que una multitud de gente cantaba por las calles en diferentes idiomas, sonreía cada vez que se veía perdido en la ciudad (cuando ni los GPS existían). Parecía, describe Jorge «una visión del paraíso en la tierra».

«Nunca me había sentido más unido a la Iglesia universal como en ese momento», reconoce. «Todos nos mojamos en una lluviosa tarde pero esto no menguó nuestro entusiasmo». 14 años después Jorge vino con su esposa Viviana y sus hijos a vivir a Denver donde fundó el programa de preparación para la vida familiar «Dios entre nosotros», el cual ofrece retiros y caharlas de preparación matrimonial.  http://www.diosentrenosotros.com

«Denver ya no es lo mismo desde la Jornada Mundial de la Juventud. La visita de San Juan Pablo II revitalizó la Iglesia con muchas vocaciones y ministerios. ¡Me siento orgulloso de decir que nuestra fe está más viva que nunca! Y como dice el himno de la JMJ en Denver: «Somos un cuerpo en Cristo y no estamos solos».

 

 

Mary Beth Bonacci. Escritora y conferencista

La joven Mary Beth Bonacci fue una de las conferencistas en uno de los momentos previos a la llegada del papa Juan Pablo II al Mile High Stadium el 13 de agosto de 1993. “La conferencia en sí no fue el momento más importante”, confiesa Mary Beth. “La audiencia estaba allí para ver al Papa, no a mí. Yo ni siquiera recuerdo de lo que hablé y sé que en un estadio tan grande y con una audiencia tan numerosa, muchas personas ni siquiera me escucharon”.

Mary Beth recuerda cómo las calles de Denver se llenaron de jóvenes que vestían camisetas con motivos católicos “sonriendo y saludándose”, dijo. «Todos estaban a la expectativa de ver a tanta gente que era como ellos – católicos q ue amaban al Santo Padre”, recuerda Bonacci.

“Cuando Él (Juan Pablo II) llegó al Mile High Stadium aquella noche, yo estaba llorando. Todos nosotros estábamos llorando. Creo que no había ningún ojo seco. El nos amó”, dice la escritora y conferencista. “Y él nos trajo ese amor que no es solo propiedad nuestra. Es el amor de Cristo, irradiado a través de un hombre santo y amoroso”.

Y aunque hubo otros eventos durante la JMJ, Mary Beth admite que “ninguno fue tan emocionante como el de aquella primera tarde, cuando nosotros recibimos a nuestro querido Santo Padre en Denver”.

 

 

 

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